La vinculación entre régimen político y desarrollo económico y social ha sido un tema clásico de la Ciencia Política. Sin dudas, sabemos más que hace cinco décadas atrás sobre qué explica el surgimiento y la estabilidad de los regímenes democráticos y de los autoritarismos, y sobre los efectos del régimen político sobre el desempeño económico y social de los países. Al cabo de treinta años de inédita expansión y relativa estabilidad, la región latinoamericana y el mundo siguen enfrentando amenazas a la democracia: presidentes que buscan perpetuarse en el poder desconociendo las reglas institucionales existentes; gobiernos que limitan la competencia de la oposición, vulneraciones a la libertad de prensa y libertad de expresión; entre otros fenómenos. Por otro lado, los impactos económicos de la pandemia de la COVID19 han dejado en evidencia la permanencia de los problemas históricos de desarrollo de la región, como la desigualdad y la pobreza, que se suman al incremento de problemas de seguridad, violencia y narcotráfico que se tornan cada vez más relevantes.